La perversión de la libertad (354)

Mujeres musulmanas envueltas en la bandera estelada. La pregunta sería, ¿cuánto le han pagado a estas mujeres para que se presten a lucir sus humanidades de esa guisa? A ellas es posible que nada o muy poco, pero muchos de sus maridos sin duda reciben una mensualidad del gobierno de Cataluña, donde hay casi medio millón de musulmanes con una mano atrás y otra delante. Y claro, según los van nacionalizando, voto seguro al independentismo. Es lo que pudiéramos llamar el PER catalán, solo que no hace falta un mínimo de peonadas, se cobra desde el primer día y con derecho a la reunificación familiar a cambio de ejercer de nacional-separatista.

Muchos lamentamos la absoluta falta de democracia en el País Vasco. También resulta de lo más triste la libertad descremada, cercana al 0% de materia grasa, que se da en Cataluña. Aun así, son territorios ricos cuyos políticos ofrecen a sus habitantes, mediante el aporte económico que pagamos los demás (1) y un adoctrinamiento educativo crónico desde hace 35 años, el grado de atontamiento suficiente como para que los votantes no adviertan que ambas regiones quedaron al margen de la transición política del 78: A la dictadura franquista, le siguió la dictadura nacionalista sin solución de continuidad.

(1) Un ejemplo son los 40.000 millones de euros transferidos a Cataluña en dos años y medio a través del FLA. Es decir, cada español de fuera de Cataluña le hemos regalado unos 1.000 euros de nuestro bolsillo a la Generalidad, la mayor parte de los cuales se han derrochado en cuestiones identitarias. 

Quienes habitan en una u otra región ignoran el inmenso grado de bienestar que produce ser independiente a título individual o al hecho de no verse asaltado a todas horas, de arriba abajo (desde la presidencia autonómica hacia el ciudadano), con la necesidad angustiosa de ser una nación y hablar en una lengua determinada. En el aspecto de la imposición idiomática he leído hoy en Bye Bye Spain  (blog desaparecido) un artículo que hace referencia a “Las Oficinas de Garantías Lingüísticas” impulsadas por el Tripartito. Tras la lectura, mi primer pensamiento vendría reflejado más o menos por esta frase: ¡Esto es fascismo puro, serán canallas!

Al respecto, me apetece escribir la siguiente cita lapidaria: “Donde no existe la alternancia política, la democracia se muestra maniatada o a buen recaudo”. En el gobierno de Cataluña se han sucedido los mismos perros nacionalistas con distintos collares. Y en las Vascongadas aún peor, ya que a día de hoy (21 de febrero de 2005) ni siquiera se ha producido un lavado de cara como alternativa al régimen que asaltó el poder en las primeras elecciones. Y lo que es más, no parece que en los próximos años vaya a ventilarse en ninguna de las dos comunidades el olor a cloaca nacionalista.

Luego hablamos sin duda alguna de territorios al margen de la democracia e invariablemente en manos de coaliciones radicales y liberticidas: El tripartito en Cataluña, PSC+ERC+IV y en el País Vasco otro tripartito, PNV+EA+EBB. Sobre las coaliciones decía Emilio Castelar: “Son muy pujantes para derribar, pero siempre son impotentes para crear”. Juraría que Castelar se equivocaba. Las coaliciones han creado situaciones especialmente tiránicas, lo que no deja de ser una creación, perniciosa pero creación.

En España hay una tercera región (enorme, rica, querida y malhadada) que tampoco ha vivido la alternancia política. Se trata de Andalucía, sometida década tras década a ese socialismo empobrecedor y alienante que cada año nos anuncia una modernización que nunca llega. Hoy leo en ABC que en España, durante 2004, “más de dos millones de trabajadores se desplazaron a otra provincia para conseguir un contrato laboral”. La noticia tiene más de una interpretación si analizamos varios de los datos que ofrece, pero a mí me ha sorprendido especialmente uno: Andalucía, con nada menos que el 20% del total de la población desplazada, es quien aún envía fuera de su territorio a ingentes cantidades de trabajadores.

La conclusión a la que llego después de relacionar ambos artículos, Bye Bye Spain+ABC, es que el socialismo no tiene nada que envidiarle al nacionalismo a la hora de pervertir la libertad. La perversión puede ejercerse incluso dando muy bien de comer a la población (come pero no pienses) o puede obrarse más a mala leche expulsando a los paisanos a la contingencia de buscar trabajo precario fuera de la propia tierra, donde a veces aparece un puesto de chiripa para un 'puñao' de candidatos. Cuando son más de 400.000 los desplazados en un solo año, como han consentido los socialistas andaluces que gobiernan esa región desde hace más de tres décadas, estamos hablando de una enorme inmoralidad política que el pueblo debería conocer a fondo y castigar en las urnas.

Pero desgraciadamente una parte del pueblo andaluz no advierte el desacierto de sus gobernantes, a los que también les acompaña el latrocinio y la impunidad. Canal Sur se encarga de atontar a los andaluces mediante sus tres canales, y en la programación no para de resaltar unas supuestas modernizaciones que vienen a resultar los mismos pájaros volando de siempre, de toda la vida. Finalizo con una cita de alguien cuyo nombre no recuerdo en absoluto pero del que tomo un pensamiento que me viene al pelo: “El socialismo es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos”. Del nacionalismo ya ni hablemos.

Artículo revisado, insertado inicialmente el 21 de febrero de 2005 en Batiburrillo de Red Liberal

PD: Este es otro de esos artículos intemporales, nada ha cambiado en los nacionalismos, salvo que ahora se muestras más radicalizados que hace 10 años, ni los socialistas ofrecen algo distinto al deseo de servirse de los demás.