miércoles, 31 de octubre de 2012

"Los enemigos de Cataluña"



Habrá quien no comulgue con el carácter cáustico y en ocasiones zafio de Salvador Sostres, por lo que cuanto escriba este columnista debe ser convenientemente tamizado en función de nuestra sensibilidad frente a la gracejada, pero lo usual es advertir en él un estilo que se sale de bueno, no pocas veces roza la genialidad y usa siempre esa sinceridad propia de los beodos o los locos, circunstancia que a muchos de sus textos los convierte en imprescindibles respecto a vivir o no al cabo de la calle. Sobre el tema del nacionalismo catalán y el delirio en el que esa ideología cabalga en busca de la independencia, Sostres ha escrito recientemente un artículo que no me resisto a insertar en Batiburrillo:


"Los enemigos de Cataluña"

"El problema de Cataluña es que queriendo proclamarse nación no ha pasado nunca de ser una tribu, la secta de los que están de acuerdo conmigo. Me llamo Salvador Sostres, tengo 37 años, soy padre y marido, mi país es Cataluña y estoy vetado en todos los medios de comunicación catalanes, públicos y privados, que no es lo mismo pero es igual si tomamos en consideración que de un modo u otro a todos los mantiene la Generalitat.

El primer interés de un país serio es, o tendría que ser, el patrimonial, porque son los genios los que hacen que avance la Humanidad y no los felpudos que siempre hallan el modo de coincidir con los que mandan, piensan y dicen. La base de un país solvente es la calidad de sus genios y lo que es capaz de aportar al mundo a través de sus élites. Sólo en las tribus más oscuras la opinión concreta importa más que el talento y la inteligencia.

Muchos catalanes creen, en efecto, que los periódicos catalanistas, subvencionados y que, por lo tanto, no son libres, son mejores que EL MUNDO porque «va en contra de Cataluña y tú, ahora, Salvador, estás trabajando para los enemigos de Cataluña». Si como nación no hemos conseguido nunca nada y nos hemos quedado en este descorazonador estado de provincia/tribu es porque hemos creído siempre que es mejor un pésimo periódico que nos complazca a uno bueno que no nos da la razón en todo.

Si no nos queda más remedio que celebrar derrotas es porque hemos preferido un mamarracho amanerado como Sergi Belbel, tal vez el director de teatro más cursi de todos los tiempos, al talento incisivo y letal de Albert Boadella, al que se considera un traidor y se usa su nombre como un insulto.

Cuando escribo que los catalanes tenemos exactamente lo que nos merecemos me refiero a que Arcadi Espada es considerado uno de los principales enemigos del país, cuando es quien ha escrito la crónica más exacta, hermosa y apasionada sobre Cataluña (Contra Cataluña); y en cambio un tal Manel Cuyàs -perdón por hablar de desconocidos- goza de un prestigio en perfecto estado de revista por haber escrito unas infames memorias del presidente Pujol, tan infames como todo lo que Pujol no ha explicado y es fundamental para entender lo que ha pasado en Cataluña desde la democracia.

El nosotros y los nuestros han sido el paradigma con que Cataluña ha sido saqueada económica y moralmente por los que decían amarla y ser sus soldados, frente a unos supuestos enemigos que, en cualquier caso, no aspiraban a tanto. Mientras los catalanistas han vivido de escandalizarse con Federico o con Intereconomía, los medios de comunicación catalanistas, subvencionados y por lo tanto comprados, han podido culminar su ataque, brutal y terrible, reduciendo a buena parte de la sociedad catalana a sus límites mentales. Mientras los catalanistas se indignan con lo que «nos roba España», los políticos y medios de comunicación que supuestamente nos defendían nos han limpiado la casa de bienes y de esperanza.

La mediocridad sólo trae frustración y la corrupción sólo la calamidad. Cuando todo haya fracasado, La Vanguardia publicará la dimisión de Mas en exclusiva. En el editorial tendrán el morro de llamarle irresponsable por haber iniciado este proceso, que ellos apoyaron mientras estaban a sueldo, y evidentemente ya habrán empezado a cobrar de los siguientes que van a mantenerles".

SALVADOR SOSTRES
Fuente: Diario El Mundo

3 comentarios:

  1. Anónimo18:51

    No hay mucho más que agregar. Y todo esto viene porque los señoritos consideran que la pela es la pela, pero debe estar en su bolsillo. Y eso es el resumen de todo lo que ocurre y seguirá ocurriendo.

    Pacococo

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  2. Exacto. Y además el complejo de ser cabeza de ratón, es decir, mandar con poder absoluto aunque sea en un palmo de terreno y sin tener que pasar cuentas ante nadie.

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